viernes, 22 de mayo de 2009

Tercer día de visita libre

Jueves 21 de mayo 2009

Siete de la madrugada, nieva en Petropavlovsk. Ha amanecido todo cubierto de nieve... ¡y Chus hace cuatro días matándose por encontrar unas sandalias para no cocerse los pies!. Nunca mejor dicho aquí: ¡hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo!. Hoy sacaremos la bufanda de nuevo; y... ¡¡¡sin calefacción!!!;  ayer ya la desconectaron. Es como estar viviendo el cuento del mundo al revés.

Nos han dicho que es raro que nieve a estas alturas de mayo, ya que para la fiesta del primero de mayo suele caer la última nevada.

Hoy ha sido un día muy interesante en la Casa Cuna. El niño estaba dormido.Tras saludar y hacer carantoñas a los demás hemos presenciado una intensa sesión de masajes a cada bebé y, entre ellos, al nuestro. ¡Menudos meneos!, nada de contemplaciones, eso sí, con una maestría envidiable, ¡que dominio! Los niños ni se inmutaban, se ve que están acostumbrados. Lo mejor de todo es que al nuestro cuando le ha puesto boca abajo levantaba la cabeza para mirarnos y la masajista venga a pellizcarle el culo y movilizarle los muslos,... ¡se ha pegado una meada!, ha inundado todo el cambiador, ha debido ser del gusto, (aunque era de esperar porque ¡mira que nada más sacarle de la cuna  tocarle el culete!) Hemos hecho un reportaje gráfico, pena no haberlo filmado porque era de admirar; cada vez que se iba despertando un niño, la masajista trabajaba. Es un tratamiento habitual indicado por las pediatras del centro. Hay cosas que no dejan de sorprendernos pero para bien.

El nene se ha tomado el bibe con ganas y después del "meneo" estaba agotado.Tras mirar la calle por la ventana con Juan ha buscado el hombro de Chus y poniendo la manita en el pecho se ha quedado dormido.

Después nos hemos ido a por el regalo masculino que faltaba a una tienda de material de oficina (buscando un bolígrafo). Solo había dos posibilidades o una marca local o Parker de oro. Al final hemos conseguido un parker a un precio asequible, siguiendo la indicación de Aizhan.

De ahí a la cita de la una, "con las uñas kazajas". Nos habían indicado que aquí se le daba mucha importancia a la estética en el juicio, sobre todo a la femenina (traje en el hombre, peinado, tacones, vestido y uñas en la mujer) así que por qué no meterse en la tradición y probar cosas nuevas. Pero resulta que luego no es para tanto.

Cuando hemos preguntado cuanto tiempo tardaban nos hemos quedado parados, nos han dicho que tardaban unas tres horas y Chus ha estado a punto de echarse para atrás. Aizhan se ha quedado con ella mientras Juan ha ido a comprar un vino de Rioja para regalar y unos bollos preñados de salchicha para comer algo.

Podemos dar fe de que la estética aquí es un trabajo de artesanía. El otro día para cortarle el pelo a Juan tardaron una hora, muy bien por cierto. Hoy ya solo el catálogo de modelos de uñas eran como de cuadros abstractos, te podía gustar o no, pero era alucinante. Chus no se ha atrevido con tanto, pero si con unas capitas de gel endurecido con ultravioletas, una a una y limadas cada vez hasta llenar las tres horas sin moverse de la silla.

A las cuatro nos esperaba en el hotel Irina, una traductora de español de aquí que trabaja con otra agencia. Hemos estado preparando el juicio tras repasar una inmensa lista de preguntas posibles y elaborar las respuestas. Nos ha indicado que preparásemos un discurso de presentación cada uno y eso es lo que hemos hecho. Después hemos pasado el resto del día estudiándolo y organizando los regalos y la ropa para el juicio (Juan con traje oscuro, camisa blanca y corbata, y Chus que en principio iba a ir con pantalón ha cambiado por un conjunto de falda de punto color vino y botines con un poquito de tacón).

El paseo de la tarde ha sido hasta una tienda de souvenirs rusos donde además de matroskas y caballos de piel había sobre todo distintas piezas en corteza de abedul.

Hemos tenido que hablar hoy con Burgos por el móvil porque el skipe se cortaba continiamente.

Como anécdota del día recordamos lo que Irina nos contó sobre el invierno en Pertropavlovsk: cuando se alcanzan temperaturas de -30º se cierran los colegios para los alumnos, si se alcanzan -35º se cierran los institutos, y si se alcanzan -40º se cierran las universidades pero los profesores siguen trabajando, la ciudad sigue su ritmo y funcionan los autobuses urbanos (os podeis imaginar que ruedas tienen).

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