martes, 12 de mayo de 2009

Quinta visita

Sábado 9 de mayo, día de la Victoria

Fiesta nacional en Kazajistán, han engalanado la ciudad para conmemorar la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial.

Ayer por la tarde ultimaron los preparativos, todo el paseo de la Constitución (calle central peatonal que atraviesa la ciudad) se llenó de ramilletes de globos, luces y globos inchables gigantes además de varios escenarios.

Como cada día, aún siendo festivo a las diez estábamos en la Casa Cuna, y nos hemos llevado la sorpresa de ver a un guarda de seguridad en la puerta, que al parecer está los fines de semana porque hay menos personal. Al ir a buscar las zapatillas para entrar al interior, las de Juan habían desaparecido, y ha tenido que ponerse otras de las que hay para invitados.

Cuando hemos entrado, el niño estaba en un taca-taca, pero quieto, no mueve las piernas todavía. Ya le habían vestido y dado el biberón. Como las cuidadoras eran jóvenes se han dado más prisa, pero nos han quitado el privilegio de disfrutar de esos momentos.

Hemos salido al patio hoy con un mono amarillo (el niño), el peque estaba intranquilo, mientras paseábamos hemos visto como se columpiaba otra nena más mayor acompañada de sus papas americanos que comparten hotel con nosotros. Al poner al niño en el columpio, le ha gustado pero se quedaba dormido, Juan le ha sacado y se le ha dormido en brazos. Aprovechando que estaba relajado, Chus le ha hecho masajes en las piernas. Al ratito se ha despertado y parecía que le dolía la tripa y la boca, porque cuando muerde muy fuerte el dedo se calma. Hemos entrado para adentro tras hecernos fotos sentados en una especie de cenador pequeño del patio, y la asistenta (así las llama la traductora) se lo ha llevado a la cuna y lo ha tapado con su mantita de colores, mientras escuchábamos como le cantaba una nana en ruso. Una vez más nos sorprende lo bien que tratan a los niños.

Antes hemos visto como paseaban por el patio a otros niños más mayores que ya andaban. Al ir a dejar las zapatillas para irnos a la calle, Chus a visto al guarda de seguridad dormitando en una esquina con las zapatillas de Juan puestas. No habían desaparecido.

Nos hemos ido al hotel con Aizham a buscar a Mery, otra americana y su nena y los cinco hemos ido a ver el ambiente del paseo. Estaba lleno de policías, militares con su traje de gala y otros con uniforme de la II Guerra Mundial, niñas con taconcitos y unos enormes lazos típicos rusos, también había carros de caballos, caballos para pasear y un trenecito. Los hombres con traje y corbata, las mujeres elegantes y con tacones, pero sobre todo lo que más nos ha sorprendido es ver a los veteranos de guerra de Petropavlovsk, los pocos supervivientes que quedaron y están vivos todavía, paseando vestidos de traje y con sus medallas colgadas en la solapa de las chaquetas. Nos hemos hecho una foto con un anciano de 85 años que al pedírselo y decirle que éramos españoles se ha emocionado, nos ha dicho que quedaron vivos muy pocos de los que fueron al frente.

Hemos visto unas tiendas de campaña militares y nos hemos acercado, porque había unas colas tremendas, se estaba representando una escena de la guerra, repartiendo comida a la población, daban un bol de arroz y té. Los jóvenes, algunos iban disfrazados muy orgulloson con trajes militares soviéticos de entonces, y las chicas de enfermeras militares. En toda la celebración abundaban los símbolos soviéticos, creo que con cierta nostalgia, porque se veían algunas camisetas prosoviéticas. También los había con chandal de marca o de imitación.

Han actuado algunos grupos en los escenarios que nos ha gustado ver dada la diferencia cultural. Hemos comprado bananas en un puesto de fruta, donde además vendían tomates preciosos, pepinos de la tierra e hinojo, que aquí utilizan en las ensaladas y en las tortillas. En este puesto también vendían globos, helados, manzanas caramelizadas... mientras escuchábamos sorprendentemente para nosotros como bailaban en casakchoc (ha sido volver unos años atras...), otro grupo cantando "Sobreviviré" en ruso, o niñas de colegio bailando canciones patrióticas.

A la vuelta al hotel, para celebrar el día de fiesta hemos comido en el retaurante una pequeña ensalada griega, una especie de sanjacobos de pollo con guarnición, de postre frutas cortadas en rodajes y helado, unos 3.500 T.

Después de hacer labores caseras hemos salido otra vez a dar una vuelta con Paco y Mª Ángeles, y después de escuchar algunos grupos nos hemos sentado en el exterior de un restaurante ruso que hay en el paseo, y nos hemos dado un super homenaje con cerveza kazaja, ensalada griega otra vez y unos filetes rusos de cordero, patatas y salsa de tomate que estaban buenísimos.

Ha habido fuegos artificiales, y a las 11:30 nos han sonado los teléfonos, primero a Juan y después a Chus, así que cuando hemos llegado al hotel nos han dicho que habían llamado de España, suponiendo que llamaban de Burgos, hemos devuelto la llamada.

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